DURANTE EL PROCESO DE VENDIMIA

La principal preocupación es que la uva llegue en las mejores condiciones posibles a las instalaciones.

Por eso se seleccionan las fechas de recolección de cada finca de manera individual, atendiendo a la calidad de las uvas. Éstas se vendimian de forma manual y son depositadas en pequeñas cajas. Desde las fincas se transportan ágilmente a almacenes climatizados, situados en la propia bodega. Allí se conservan a una temperatura constante de 10º a 12º, hasta que llega el momento de su selección, que se realiza, cuidadosamente, en una mesa habilitada al efecto.
El proceso continúa con el prensado, que se realiza en prensas neumáticas sin despalillado previo, tratando de reducir al máximo la posible oxidación del mosto. La fermentación se realiza a temperatura controlada (entre 15º – 16º) y , una vez finalizada, el vino se conserva en depósitos de acero inoxidable hasta su embotellado, que nunca se produce antes del mes de junio. El frío invierno de la comarca del Ribero posibilita su decantación y clareado de forma totalmente natural. Antes de sacar el vino al mercado, se almacena durante un período mínimo de, al menos, mes y medio en botella.